El peso del pecado
Al principio los hombres tienen ideas muy bajas del pecado . Es algo insignificante , un simple error , un fallo al juzgar, un pequeño extravío, pero cuando el Espíritu Santo empieza a tratar con ellos, el pecado llega a ser una carga intolerable, algo aterrador, lleno de horror y consternación. Mientras más los hombres conocen del mal del pecado, más atónitos se quedan al pensar que alguna vez hayan encontrado algún placer en este o que puedan haberlo justificado de alguna manera. Ahora bien, es bueno que los hombres comiencen a ver la verdad acerca de sí mismos, porque incluso si esa verdad los hace pedazos, es bueno que se liberen del domino de la falsedad. El pecado es grande, y por esa razón el pecador piensa que no puede ser perdonado, como si midiera al Señor por su pecado e imaginara que su pecado es mayor que la misericordia de Dios. De ahí que nuestra dificultad con los hombres que están realmente despiertos sea elevar sus pensamientos acerca de la misericordia de