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El resentimiento y la envidia

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La Biblia nos cuenta que José, uno de los hijos de Jacob, recibió un abrigo de muchos colores como muestra del amor especial que su padre tenía hacia él.  Este abrigo fue un símbolo de la posición privilegiada que ocupaba José para su padre en la familia . Sin embargo, el abrigo de muchos colores también provocó los celos y la envidia de sus hermanos, lo que llevó a una serie de eventos que finalmente resultaron en que José fuera vendido como esclavo y llevado a Egipto. La envidia de los hermanos de José hacia él se puede entender a través de varios pasajes en el libro de Génesis. Aquí hay algunos puntos clave que explican por qué le tenían tanta envidia.  Se puede decir a simple vista, que José era el favorito de papi. Jacob ya era muy viejo y José era un chico obediente obteniendo el favor de Dios y la de su padre. Por eso él era el favorito de papá. Jacob, el padre de José, mostraba un claro favoritismo hacia él, lo que provocó resentimiento en sus hermanos. Esto se menciona en

La angustia de David.

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 En este verso en particular, Salmos 13:1  el salmista dice:  "¿Hasta cuándo, Jehová? ¿Me olvidarás para siempre? ¿Hasta cuándo esconderás tu rostro de mí?"  David aquí está experimentando un sentimiento de desolación y soledad, al punto de preguntarse si Dios lo ha olvidado por completo.  Es importante notar que, a pesar de la angustia expresada, el salmista sigue dirigiéndose a Jehová, lo cual muestra su fe y confianza en que Dios escuchará su clamor. Este verso en particular, nos enseña que es normal experimentar momentos de duda y desesperación en nuestra relación con Dios, pero también nos recuerda la importancia de acudir a Él en medio de nuestras pruebas y tribulaciones.  Dios siempre está cerca de aquellos que lo buscan sinceramente, incluso en los momentos de silencio aparente. Aunque te parezca que Dios no te está escuchando, sigue orando sin desmayar y sin dudar.