La Gloria a Dios

Me pregunté un día: 

¿Porqué hay que darle la Gloria a Dios primero?

Al leer la Biblia, me encuentro con la razón por la cual debemos darle siempre la gloria a Dios se encuentra en la naturaleza misma de Dios y en su posición como Creador y Sustentador de todas las cosas. 

La Biblia nos enseña que Dios es el ser supremo, eterno, perfecto y soberano sobre todo lo que existe. Él es el origen y la fuente de toda vida y de todo bien.

En el libro de Isaías 42:8, Dios declara: "Yo soy Jehová; este es mi nombre; y a otro no daré mi gloria, ni mi alabanza a esculturas". Aquí vemos que Dios no comparte su gloria con nadie más, ya que es único y digno de toda adoración y alabanza.

Notamos que en el Salmo 96:4-6 se nos insta a darle la gloria a Dios: "Porque grande es Jehová, y digno de suprema alabanza; temible sobre todos los dioses. Porque todos los dioses de los pueblos son ídolos; pero Jehová hizo los cielos. Alabanza y magnificencia delante de él; poder y hermosura en su santuario".

La gloria de Dios se refiere a su Esplendor, Majestad, Grandeza y Perfección. Al darle la gloria a Dios reconocemos su supremacía y nos sometemos a su autoridad. Es un acto de humildad y reverencia hacia aquel que nos creó y nos ama incondicionalmente.

Además, al darle la gloria a Dios, reconocemos que todo lo que tenemos y somos proviene de Él. En 1 Corintios 10:31, el apóstol Pablo nos exhorta: "Si, pues, coméis o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios". Esto significa que incluso en las actividades más cotidianas, debemos hacerlas con la intención de honrar a Dios y reflejar su carácter en todo lo que hacemos.

Recuerda:  Debemos darle siempre la gloria a Dios porque Él es digno de toda adoración y alabanza. Reconocemos su supremacía, su poder y su amor incondicional hacia nosotros.  Al hacerlo, nos sometemos a su autoridad y reconocemos que todo lo que tenemos y somos proviene de Él.